viernes, 30 de mayo de 2014

"Maté a mi primera esposa", dice marido de la mujer lapidada en Pakistán

Por Sophia Saifi y Ralph Ellis

ISLAMABAD (CNN) — El esposo de Farzana Parveen, una mujer pakistaní que fue apedreada a muerte por negarse a un matrimonio arreglado con otro hombre, le dijo a CNN que la familia de ella demandaba 100.000 rupias para que la pareja siguiera con vida.
Además, le dijo a CNN que mató a su primera esposa para poderse casarse con Parveen.
Farzana Parveen, que tenía tres meses de embarazo, fue golpeada con ladrillos hasta que murió este martes en la ciudad de Lahore por un grupo de 20 personas, entre los que estaban sus hermanos, su padre y un primo, informó la policía.
Mohammed Iqbal, señaló en entrevista con CNN, que Parveen y él tenían planeado casarse el año pasado, con la aprobación de su familia. Él era viudo y vecino de la familia. Como parte del arreglo, Iqbal señaló que dio al padre de Parveen 80.000 rupias y joyería de oro.
Sin embargo, en diciembre pasado la madre de Parveen murió y su padre y hermanos cambiaron de idea sobre su matrimonio, dijo Iqbal. La familia decidió que Parveen, de 25 años y quien es originaria de una villa de Punjab, Pakistán, debería casarse con un primo, informó la policía. Por ello, Iqbal y Parveen se fugaron y casaron el 7 de enero.
“Éramos felices”, señaló Iqbal. “Ella nos amaba”, agregó Aurengzeb, el hijastro de Parveen. “Siempre hacía el más delicioso estofado para nosotros”.
El matrimonio enfureció a la familia de Parveen, señaló Iqbal, quienes les exigieron que les pagaran 100.000 rupias para dejarlos con vida. Iqbal, un granjero de la villa de Jurranwala, Punjab, dijo que no tenía el dinero.
La familia denunció el matrimonio de Parveen e Iqbal ante la corte, acusándolo de secuestro. Pero el martes interceptaron a la joven cuando se dirigía a la oficina de su abogado en Lahore, donde declararía que se había casado por su propia voluntad.
La policía informó que arrestó al padre de Parveen, a quien identificó como Azeem, y quien admitió el asesinato y que no expresó arrepentimiento. Umar Cheema, oficial de la policía, informó a CNN que ya realizan redadas en áreas cercanas a la villa para encontrar al resto de los participantes.
El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, pidió al gobierno de la provincia de Punjab enviar un reporte sobre el incidente.
Iqbal señaló que nadie ayudó cuando la mujer fue atacada, la gente solo se detuvo y miró.
De acuerdo con un reporte publicado en abril por la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, 869 mujeres en el país fueron víctimas el año pasado de “crímenes de honor”, donde supuestamente las acciones de las mujeres llevan “vergüenza” a su familia.
La mayoría de los crímenes de honor ocurren en áreas rurales, pero el ataque del martes fue inusual porque ocurrió en un área pública de una gran ciudad.
Mató a su anterior esposa
Las autoridades dicen que la primera esposa de Mohammad Iqbal murió hace seis años.
"Quise enviar una propuesta a Farzana, así que maté a mi esposa", dijo Iqbal el jueves.
Zulfiqar Hameed, inspector general de distrito de la policía de Punjab, dijo que el hijo de Iqbal del primer matrimonio alertó a la policía del asesinato hace seis años.
Iqbal fue arrestado pero luego liberado bajo fianza porque su hijo lo perdonó, dijo Hameed.
El hijo, Aurengzeb, quien tiene alrededor de 20 años, confirmó las declaraciones de su padre a CNN. Dijo que el hombre estuvo un año en prisión.
derechos de autor:
http://cnnespanol.cnn.com/2014/05/29/la-familia-de-una-mujer-lapidada-en-pakistan-pedia-dinero-para-dejarla-vivir/

miércoles, 28 de mayo de 2014

Para qué sirven las guerras

Un experto de la Universidad de Stanford dice que, paradójicamente, los conflictos armados han convertido el mundo en un lugar más pacífico y próspero.


Para qué sirven las guerras. La Primera Guerra Mundial dejó 9 millones de muertos pero en comparación con las matanzas de la edad de piedra, su impacto en la población fue mucho menor.

La Primera Guerra Mundial dejó 9 millones de muertos pero en comparación con las matanzas de la edad de piedra, su impacto en la población fue mucho menor.

Foto: Foto: A.F.P.

En julio el mundo conmemorará un siglo del estallido de la Primera Guerra Mundial, uno de los conflictos bélicos más sangrientos de la historia de la humanidad que en solo cuatro años dejó un saldo de 9 millones de muertos. Al tiempo con los preparativos para recordar la fecha, Ian Morris, un profes
or de la Universidad de Stanford, lanza el libro War! What is it good for? en el que propone una tesis provocativa, por decir lo menos: si bien las guerras son una absurda pérdida de vidas, han hecho que los seres humanos vivan hoy en un mundo más pacífico.


El primer asombrado con esa conclusión fue el mismo Morris, quien luego de hacer una investigación exhaustiva para su anterior libro Why the West Rules, se dio cuenta de que, a pesar de las apariencias, el mundo se ha convertido en un lugar mucho más seguro. Su tesis va en la misma línea propuesta en 2011 por el psicólogo Steven Pinker en el libro Better Angels of our Nature, en el que argumenta que este es el momento menos violento de la historia. La diferencia entre ambos catedráticos radica en las razones para argumentar por qué el mundo se ha pacificado. Mientras Pinker cree que la ilustración ha llevado a los individuos a alejarse del conflicto, Morris establece que lo han hecho las situaciones bélicas. Es la más grande paradoja de la historia. “La guerra es un asesinato en masa pero ha tenido un efecto secundario positivo: a largo plazo ha vuelto el mundo más seguro”.


Para sustentar su tesis, el historiador y arqueólogo echa mano de casi todas las ciencias, desde la historia hasta la biología evolutiva, y establece que gracias a los conflictos armados se ha logrado crear sociedades más organizadas en donde los riesgos de morir a manos de otro ser humano son reducidos. Morris las llama guerras productivas porque los ejércitos triunfantes incorporaron a los perdedores en sociedades más grandes y establecieron un gobierno fuerte para controlar la violencia interna. Era más fácil gobernar y cobrar impuestos a ciudadanos pacíficos que a individuos desbocados e impetuosos. Esos gobiernos centralizados, parecidos a los que Thomas Hobbes llamó Leviathan, opresivos y controladores, trajeron la paz.

Según los cálculos de Morris, en la época de las cavernas las matanzas eran en pequeña escala pues las comunidades no eran muy numerosas, pero sucedían y, de hecho, los esqueletos cavernícolas invariablemente muestran señales de trauma. A partir de estos registros se ha podido establecer que uno de cada cinco personas en aquella época terminaba sus días en forma violenta. Como se trataba de grupos pequeños, esas muertes tuvieron un impacto grande: entre el 10 y el 20 por ciento de la población moría a manos de otro ser humano. 


Las dos guerras mundiales, las hambrunas y los genocidios del siglo XX dejaron entre 100 y 200 millones de muertos, una cifra mucho más grande que la de las épocas prehistóricas. Pero el impacto de ese número en la población general fue mínimo si se tiene en cuenta toda la gente que vivió en ese siglo, que según Morris, fue aproximadamente de 10.000 millones. Así las cosas, el porcentaje de muertes violentas en el siglo XX representó apenas el 1 por ciento de la población, lo que significa que esa tasa ha disminuido 90 por ciento en 10.000 años. “Si usted tuvo la suerte de nacer en el siglo XX, contó en promedio con diez veces menos probabilidades de morir violentamente que en la edad de piedra”, dice Morris.


Pero las guerras no solo han logrado que la gente viva más, sino que también han traído riqueza. Hace 10.000 años, cuando la población mundial no pasaba de 6 millones, un individuo solo vivía en promedio 30 años, mientras que hoy la expectativa de vida global se encuentra en 73 años. Así mismo, el ingreso promedio por persona hace miles de años equivaldría a dos dólares de hoy cuando el promedio de ingreso global actual es de 25 dólares diarios. Esto sucede porque la paz abona el terreno para el crecimiento económico y mejora las condiciones de vida. 


Esto no quiere decir que una guerra como la colombiana se vea en 20 años como un mal necesario. Morris afirma que no todas las confrontaciones armadas han contribuido a forjar mejores sociedades. Los conflictos civiles, en particular, van en contra de la tendencia que quiere demostrar en su libro, pues fragmentan los grupos sociales grandes y crean núcleos más pequeños y violentos. En contadas excepciones, las guerras civiles han sido positivas, como la de secesión en Estados Unidos, que produjo una sociedad más integrada, rica y segura. Pero aún si se dejan a un lado las excepciones y las variaciones, la tendencia que prueba su teoría se mantiene. “A pesar de los Maos, Hitlers y Stalins, las guerras crearon Estados y los Estados crearon la paz”, subrayó el autor a esta revista.


Y aunque se trata de la manera más cruel de llegar a la convivencia armónica, Morris observa que, desafortunadamente, el ser humano no ha logrado otra solución mejor para resolver las disputas. “Si los conflictos hubiesen sido resueltos con negociación en lugar de fuerza, la humanidad habría tenido el privilegio de vivir en sociedades grandes sin tener que pagar ese alto costo en vidas. Pero eso no sucedió”. La evidencia muestra que la gente difícilmente da su libertad a menos que sea forzada a hacerlo. Los humanos evolucionaron para usar la violencia con el fin de solucionar disputas y “no podemos quitarnos ese rasgo de encima solo con desearlo”, afirma. 

Aun el caso ejemplar de integración sin armas como el de la Unión Europea, dice Morris, no nació de simples uenas intenciones sino como consecuencia de la Segunda uerra Mundial. “Europa occidental se unió dentro de un sistema político y económico global dominado por Estados Unidos. De esta forma, los europeos confiaron el uso de la fuerza contra sus rivales a esta superpotencia para que ellos no tuvieran que volver a ir a la guerra”. 


Como era de esperarse su libro ha causado curiosidad pero también críticas. Por un lado muchos han puesto un manto de duda sobre las estadísticas que maneja de la edad de piedra. Otros le contestan que los Estados no solo progresan por las guerras sino por la innovación tecnológica y las oportunidades económicas. Y está, por último, una cuestión moral pues algunos sienten que las afirmaciones sobre las consecuencias positivas inintencionadas de la guerra podrían encontrar eco en quienes apoyan la fuerza como forma de resolver los conflictos. Pero Morris en ningún momento las justifica. Incluso se refiere a ellas con adjetivos como ‘infernales’ y ‘brutales’ y dice que su tesis es incómoda pues quién puede afirmar que miles de años de matanzas han dejado consecuencias positivas. “Lo dice una persona que se asombró con los resultados de su propia investigación”. 

La buena noticia es que ese efecto pacificador ha sido tan evidente, que, según Morris, la guerra está saliendo de circulación y en el futuro, contrario a lo que muchos piensan, va a haber menos muertes porque “nos hemos vuelto muy buenos en el tema”. Antes los combatientes bombardeaban ciudades enteras para crear terror, pero hoy se consigue el mismo efecto con los drones, y a pesar de las equivocaciones, mueren muchas menos personas. Es cierto que un mundo donde muchos países cuentan con arsenal nuclear es más complicado de manejar que durante la Guerra Fría, pero con la ayuda del policía global, papel que ejerce hoy Estados Unidos, se podrá mantener el orden. En el futuro los humanos se unirán con las máquinas y será posible pasar el contenido de las mentes a internet. Cuando esto suceda, la guerra ya no será necesaria “porque todos seremos parte de una sola entidad”. Parece ciencia ficción, pero Morris afirma que ya está sucediendo.

El anterior articulo esta sometido a derechos de autor véase:

http://www.semana.com/vida-moderna/articulo/las-guerras-para-que-sirven/389080-3



“La "fuerza de un derecho no debería ser medida por la existencia de una norma jurídica, sino por la existencia del ser humano y su reconocimiento como portador derechos humanos fundamentales” C.A.

martes, 27 de mayo de 2014

Sobre la libertad religiosa, todos defienden y argumentan.


Defensa de la fe y defensa de la Iglesia de Cristo

Por: Albeldarán.

Es común en el siglo XXI, que un sector de la humanidad aún tenga dudas de cuál es la Iglesia que Cristo, el Señor ha fundado. El es la piedra angular, es la piedra que fue desechada por los arquitectos y que ahora en el hoy de la fe de la Iglesia Católica, es el pilar fundamental que los une con el Padre eterno, quien es la misma persona en el Hijo y en el Espíritu Santo.

Esta piedra, como indica el apóstol San Pedro, está viva y que siendo desechada por los hombres, ha sido amorosamente acogida por el Padre (1 Pe 2,4-8). En el católico de hoy, que se esmera por conocer la Iglesia que fundó Cristo, entra a participar en la construcción y fortalecimiento del templo del Espíritu. Han sido llamados a participar de la Iglesia según y conforme sean sus caracteres y carismas sembrados por el Espíritu en sus vidas. Y son estos carismas, los que los ponen en una plena conversación con Dios.

La persona de Cristo se presenta en la vida del católico de muchas maneras.  Esta vida, es elegida para no perderse del camino; El, que siendo el camino, la verdad y vida, invita a reconocerle en el ego sum «Yo soy» para ser el Camino, la Verdad y la Vida y así poder en y a través de Él, ir al Padre. Por esta razón, no reconocer en Jesús, la obediencia de su mandato, pone al hombre en situación de desobediencia; con lo cual, es preciso entender que la desobediencia en la vida humana es la ausencia total de Dios. Un hombre puede hablar de algo y no conocer de lo que habla (Jn. 14,6).

Lo anterior, indica que para reconocer la Iglesia de Jesús, primero hay que reconocerle a Él. A Jesús se le reconoce en la fracción del pan (Lc. 24,30). Es decir, en vivir con plenitud los sacramentos, en participar alegremente del sacramento de la eucaristía. Jesús se ha querido quedar en presencia del hombre, que camina en su Iglesia, como pan vivo bajado del cielo, en todos los sagrarios del mundo. Porque si “ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre”.

Para descubrir este camino, el católico se deja instruir por el Espíritu Santo. Ahora, quien no permite la obra del Paráclito en su vida; es como lo dice San Pablo “si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe” (1 Cor 13, 1); de este modo, el hombre sin Dios es como un eco vacío recorriendo las montañas en un interminable abismo de la soledad. De esta manera, el Espíritu del Señor en la vida del cristiano, es amor; pero no un amor como lo da el mundo, sino, un amor trasfigurado en el rostro misericordioso de Dios y, este rostro, no es otro que el rostro amable del Hijo.

El reconocer al Hijo del Padre eterno, no solo es reconocer la misma Iglesia existente en el Antiguo Testamento; esta Iglesia, es una sola fundada por el ego sum (Dios), y es la misma que Jesús fundó; pero modificando radicalmente el pensamiento del hombre e invitándole a vivir con mas plenitud el amor de Dios y hacia Dios; es una invitación a ser testigo del amor de Dios y a testificar ese amor en la persona de Cristo.

Cuando se propone como duda por parte de esa minoría, que no ha reconocido con plenitud el amor; el mismo amor del que nos habla San Pablo en su Carta a los Corintios, se confirma su condición  de no obediencia al amor de Cristo y menos al amor del Padre. Lo que quiere decir que: la desobediencia los pone en una condición de enfrentamiento a la Iglesia de Cristo, mientras que quien se deja seducir del amor de Dios en la Iglesia que Cristo fundó, asume una posición de defensa o defenderla con amor y con entrega.

Si fuese a ser muy precisos, sobre cuando aparecen las denominaciones de estas minorías humanas que atacan a la Iglesia Católica, es necesario empezar por señalar algunas fechas partiendo del año de la rebeldía, hecho histórico que fue mal utilizado por quienes leen la historia de modo indebido, seguido al año de la rebeldía (1517) es bueno indicar los años 1830, 1863, 1870, 1901, 1926, todas estas fechas tienen su sentido y son estas fechas en las que hombres que no reconocen la Iglesia de Cristo, fundaron su propia comunidad y, que estando en desobediencia con el mismo Padre eterno y con la piedra angular que es Jesús, hablan de Él para atraer almas. Estas personas, que se dejan convencer y las que hacen el trabajo de sacar las ovejas del redil del Buen Pastor hacen que se cumpla fielmente el Evangelio de Mateo que señala: ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para conseguir un prosélito, y cuando lo han conseguido lo hacen dos veces más digno de la Gehena que ustedes!” (Mt. 23, 15).

Al anterior texto, es menester hacerle muchas preguntas ¿Quién es un prosélito? ¿Quiénes son los escribas y fariseos hipócritas en el siglo XXI? ¿Qué significa recorrer mar y tierra? ¿Qué significa hacerlo dos veces más digno de su condenación? Estas preguntas, conducen a señalar que quien toma una oveja del redil del Buen Pastor engañándola con enseñanzas que la conduzcan al aprisco y la confundan del camino de la verdad y del bien obteniendo como resultado la separación o el irse en contra de donde han aprendido a conocer quién es verdad y vida, lo hacen o mejor lo han transformado en un hijo del demonio, mucho peor de lo que eran antes y de lo que son quienes lo han instruido.

Por eso cuando un hermano, que significa: compartir la fe de la Iglesia fundada por Cristo; se separa, la Iglesia entera, ora por ese hermano para que encuentre el camino de la verdad y del bien. Es decir, el camino del amor de Cristo, para que nunca más deje de ser su testigo y manifieste en todo momento el amor de Dios.

La defensa de la Iglesia de Cristo se sustenta de modo concreto en las siguientes citas; citas que han sido mal interpretadas por los hermanos separados y esperados en la fe:

1. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. En Mt 26, 69-75, se encuentra en este texto bíblico la negación del Apóstol Pedro, hay que recordar que ya había sido anunciado por el mismo Jesús que sucedería esta negación.

“…Mientras tanto, Pedro estaba sentado afuera, en el patio. Una sirvienta se acercó y le dijo: «Tú también estabas con Jesús, el Galileo». Pero él lo negó delante de todos, diciendo: «No sé lo que quieres decir». Al retirarse hacia la puerta, lo vio otra sirvienta y dijo a los que estaban allí: «Este es uno de los que acompañaban a Jesús, el Nazareno». Y nuevamente Pedro negó con juramento: «Yo no conozco a ese hombre». Un poco más tarde, los que estaban allí se acercaron a Pedro y le dijeron: «Seguro que tú también eres uno de ellos; hasta tu acento te traiciona». Entonces Pedro se puso a maldecir y a jurar que no conocía a ese hombre. En seguida cantó el gallo, y Pedro recordó las palabras que Jesús había dicho: «Antes que cante el gallo, me negarás tres veces». Y saliendo, lloró amargamente”.

Es este mismo texto el que los hermanos separados toman para decir que no es en Pedro como piedra y sobre él, es en quien se edifica la Iglesia (Mt. 16, 13-20), en quien se dan las bases de la Iglesia católica. Pero olvidan que el mismo Jesús le dijo a Pedro: “Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?». Él le respondió: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos».” (Jn. 21, 15).

Sobre el texto de Pedro como piedra y base de la Iglesia, el Papa Benedicto XVI reflexiona lo siguiente:
“…nos presenta precisamente esta verdad fundamental de nuestra fe, sobre la cual se basan nuestras certezas y seguridades sobrenaturales: ¡Jesucristo fundó realmente su Iglesia y colocó a Pedro y a sus sucesores como piedra angular de la misma!: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. A ti te daré las llaves del Reino de los cielos, y lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo; y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”. ¡Esto es lo que da fuerza y solidez a nuestra fe, y por eso nos proclamamos, con santo orgullo, “católicos, apostólicos y romanos”!

Este es un punto fundamental que, tristemente, niegan los hermanos separados, que se autodenominan “cristianos”– y que, dicho claramente– han abandonado la fe católica para pasarse a las diversas denominaciones protestantes.
En el Papa los católicos tenemos un punto firme y seguro de nuestra fe porque Jesucristo quiso edificar su Iglesia sobre Pedro y sus sucesores. En sus enseñanzas y en su Magisterio pontificio hallamos una roca inconmovible de frente a los oleajes de confusión doctrinal que hoy en día se arremolinan por doquier, sobre todo en todas esas sectas que quieren asolar y engañar a los fieles católicos. En el Papa, en los Obispos y en los sacerdotes fieles –es decir, en todos aquellos que reconocen la autoridad del Romano Pontífice, siguen su Magisterio y transmiten sus enseñanzas– encontramos al mismo Cristo, Buen Pastor, que guía a sus ovejas a los pastos del cielo. ¡Escuchemos su voz, sigamos sus huellas, imitemos su ejemplo de amor, de santidad y de entrega incondicional para el bien de todos los hombres, nuestros hermanos. 
Que éste sea hoy nuestro compromiso: de vivir, defender y proclamar nuestra fe católica, en obediencia al Papa y a nuestros pastores; y, si Dios lo permitiera, también pedirle la gracia de morir por ella, como lo hicieron un día los cristeros y todos nuestros mártires. Que Dios así nos lo conceda y desde ahora proclamemos nuestra fe con nuestras propias obras.”
De cara a lo anterior, la justificación que invocan los hermanos separados de la fe, resulta fútil y sin sentido al decir que: por la negación que hace el Apóstol Pedro, afirman que esta, no es la Iglesia católica y por consiguiente, no es la Iglesia que Cristo fundó. Lo que no reflexionan es que Cristo antes de la negación de Pedro, ya había trazado en él, el ser piedra y que en él descansaría la obligación de  apacentar sus ovejas y las condujera por el camino la verdad y del bien.

2. Quien es nuestro señor, y a quien Él ha elegido. En Isaías 43,10. Se continua haciendo defensa y señalando que la Iglesia de Cristo es aquella que se mantiene en sus palabras y las conserva en su acción apostólica de vida y enseña a mantenerlas en el corazón de cada creyente.  En este texto encontramos lo siguiente: “Ustedes son mis testigos y mis servidores –oráculo del Señor–: a ustedes los elegí para que entiendan y crean en mí, y para que comprendan que Yo Soy. Antes de mí no fue formado ningún dios ni habrá otro después de mí. Yo, yo solo soy el Señor, y no hay salvador fuera de mí”.

Como es lógico, cada texto o versículo, hay que leerlo en armonía con los demás contenidos de la Biblia. No hacerlo, implica caer en imprecisiones contextuales. Por eso, cuando se le invita a un hermano separado en la fe a hacerlo, la respuesta salta a la vista no lo hacen y si lo hacen, caen en el mismo error de interpretación y mal entendimiento teológico.

Preguntémosle entonces al texto: ¿Quiénes son esos testigos y Quiénes son esos servidores? Si se sabe quiénes son a los que se refiere la primera pregunta entonces sabrá responder la que a continuación se formula ¿Quiénes fueron elegidos para que entiendan, crean y comprendan? Quien es Dios.

Las formulaciones anteriores, son claras como lo es el texto. Cualquiera que conozca un mínimo de Biblia sabrá que no se está haciendo referencia a los Protestantes en cualquiera de sus diversas denominaciones; menos a los que utilizan la denominación de ser cristianos que generan división y se separan con sus enseñanzas erróneas de la verdad; menos a los Anglicanos que confunden al creyente católico al usar las mismas doctrinas de la Iglesia católica; solo que, estas enseñanzas el anglicanismo, las acomoda para poder engañar y sumar adeptos. Es preciso enseñar y señalar que para ese momento histórico en el antiguo pueblo de Israel (entendiendo por Israel "Jacob") estas sectas, propias del protestantismo no existían (1517 es la fecha de la rebeldía de Lutero y nacen estas sectas después de 1830). En este terreno, se sustenta y se va mostrando por excelencia la antigüedad, tradición y fidelidad a Dios de la Iglesia católica. Es la razón errada en la que caen los hermanos separados en la fe, puesto que los elegidos según se conoce en Historia sagrada, no son los protestantes; sino que son: las doce tribus de Israel. Por esta razón, los hermanos separados en la fe solo enseñan mentiras y acomodan el texto bíblico para su conveniencia. Nuevamente en Mt. 23, 15 se afirma su condición de maleficencia.
3. El testigo fiel y la virtud. En He 1, 8 y Ap. 1, 5.  La gracia del Espíritu Santo sea derramada en quien cumpliendo las palabras del Señor, las conserva en su corazón. El creyente que se esmera por ser fiel a la Palabra del Señor, no solo entiende que mantener sus palabras es mantenerse en su voluntad. Esto, es lo que hace que un católico sea testigo del amor de Cristo en y conforme a la voluntad que Él ha dejado en el Evangelio. Jesucristo, ingresa a la vida del creyente cuando permite y cumple lo que el evangelista Juan catequiza al decir que: al recibir “…la fuerza del Espíritu Santo”  “descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra…” (He 1, 8). El mismo escriturista del libro del Apocalipsis al escribirle a las siete Iglesias señala: “…escribo a las siete Iglesias de Asia. Llegue a ustedes la gracia y la paz de parte de aquel que es, que era y que vendrá…y de Jesucristo, el Testigo fiel, el Primero que resucitó de entre los muertos, el Rey de los reyes de la tierra. El nos amó y nos purificó de nuestros pecados, por medio de su sangre, e hizo de nosotros un Reino sacerdotal para Dios, su Padre. ¡A él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos! Amén…” (Ap. 1, 5).

Como es común hay que preguntarle al texto y al espíritu del texto de los Hechos de los Apóstoles que es lo que quiere decir el autor al revelarse al evangelista San Juan. La primera pregunta que se indicara es ¿Que significa que Llegue al hombre la gracia y la paz? Ahora seguiremos haciendo un ciclo de preguntas para generar el mismo caos que surge cuando se arroja a una piscina llena de agua una gran roca ¿A quienes era enviada esa gracia y esa paz? ¿Qué significa la fuerza del Espíritu Santo? ¿Quién es el testigo fiel? ¿A quienes se refería Juan al señalar a Jerusalén, a Judea y a Samaría? ¿Qué quiere decir hasta los confines de la tierra? De otro lado, hay también interrogantes que se le harán al texto del Apocalipsis: ¿Cuáles eran esas Iglesias a las que el evangelista se refiere? ¿Qué significa hacer un reino sacerdotal?

Los anteriores interrogantes y muchos otros, se le pueden formular a los versículos que se citaron anteriormente. La cuestión es: si nos detenemos a responder cada una de ellas, sería casi que formular una investigación, por eso se dará respuesta de modo simple y de la manera más cercana a la verdad teológica.

En primer lugar, Jesús es testigo fiel, puesto que desde siempre El ha sido la Palabra; El ha sido el mensaje que Dios había querido dar desde siempre a la humanidad; El es el camino, la verdad y la vida; es el modo más hermoso de llegar al Padre; El es el Espíritu mismo de Dios; el Paráclito; el defensor. En segundo lugar, Es testigo fiel como lo señala San Pablo; porque, habiendo tomado la condición humana, menos en el pecado, fue siempre obediente al Padre eterno, lo honro en todo momento; y por eso, el Espíritu de Dios siempre estuvo con El (Ef. 6, 1-3). En tercer lugar, Jesús, Es Sacerdote eterno según el rito de Melquisedec (Salmo 110) es decir, que en Jesús se integra la gracia del Padre creador en el Hijo y en el Espíritu Santo. Su exclusividad tiene que ver en que todo lo que hace, y lo hace volcando hacia el católico su gracia y su paz.

En Jesús se haya la consagración de su Cuerpo y de Sangre y se transubstancia en pan y vino, este rito lo hacia Melquisedec al ofrecer al Padre, al Dios Altísimo, los mismos elementos de Pan y vino; solo que, en esta ocasión, Jesús es el Padre mismo, es el cordero de Dios que muere y resucita para la redención y salvación. Jesús no es un Dios de muertos es un Dios de vivos. Por eso los católicos tienen claro los momentos de la vida de Jesús.

En el crucifijo, el católico, vive su pasión y su muerte, y con ella, comparte su dolor y sacrificio por la humanidad. El cristiano toma la Cruz de Cristo, representada en la imagen sagrada, porque en ella, se encuentra el camino de la salvación. Y con la resurrección, Jesús vive en el corazón del creyente. Resucitar en Jesús significa: vivir su palabra, cumplir sus mandatos y sus sacramentos y además obedecer lo que El cómo evangelio viviente, mandó a hacer y cumplir. Por eso, Jesús es virtud, es el Espíritu mismo del Señor, es la fuerza que ilumina al católico, la fuerza que lo impulse a seguir adelante cumpliendo con fidelidad lo que él dejó como Evangelio. Vivir esta virtud, es caminar en y por la Iglesia que él fundó.

4. El verdadero fruto. Mt. 7, 16. En Mateo se encuentra una maravillosa teología del amor en el seguimiento a Jesucristo. El verdadero fruto es aquel que habiéndose dejado seducir por Jesús, sale deseoso a llevar su amor a los confines de la tierra sin alterar el mensaje. Cuando esto sucede, el mensaje corre veloz como una gacela libre que lo único que tiene por obstáculo, es el viento. Un árbol da fruto, cuando este, es moldeado por su agricultor. Y su dueño le orienta en la verdad. En una verdad sin tacha alguna, una verdad que no necesita ser lavada porque ha sido dada sin ser alterada. Ahora, puede un árbol dar frutos cuando su verdad ha sido alterada. La respuesta es sí. Lo que hay que decir es: que estos frutos, no son verdaderos y necesitan ser limpiados para que ingresen al molino del agricultor. Necesitan ser procesados o mejor ser instruidos en la verdad del Hijo del hombre; una verdad que cruza todo umbral y que es necesario saberla. Cuando este fruto verdadero se tiene sembrado en el corazón, sus frutos son la alegría del Padre; cuando no es así, el Padre mismo, manda obreros a la mies para que esta, no se pierda. Por eso, la expresión del evangelista es muy clara “Por sus frutos los reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? (Mt. 7, 16).

Conforme a lo señalado anteriormente, es necesario preguntarse ¿dónde ha sido sembrado este fruto? La respuesta es muy sencilla: es un fruto que ha sido sembrado al ser puesta la primera piedra en la cabeza del Apóstol Pedro, para que como sarmiento  y portador  de la sucesión apostólica, acoja con fidelidad a todos los hombres que con buena voluntad desean seguir y ser testigos del amor de Cristo en la tierra. Por tal motivo, no pude señalar un hermano separado en la fe que la vid o Iglesia verdadera es la protestante, o la anglicana o cualquier otra denominación de hermanos separados; puesto que: solo esta vid, ha sido dada a Pedro su custodio, y es a este, y a los apóstoles, a quienes se les encargó  apaciguar a las ovejas. Con esta razón, los que se denominan pastores después de los 1830, no es el sentido de lo que Jesús el sumo Sacerdote, denominó como Buen Pastor. Ser pastor de la Iglesia de Cristo, significa renunciar a toda otra opción de vida; significa configurarse plenamente con El, no solo en la Cruz, sino en su resurrección. Ser pastor de la Iglesia de Cristo, es vivir su palabra, mantenerse en ella y conservarla en su corazón y alimentar el corazón de todo sarmiento que constituye la Iglesia de Cristo en el camino de la verdad y del bien; es decir, en Cristo mismo.

A la anterior cita bíblica, se integra armónicamente lo que dice el libro de los Gálatas: “Por el contrario, el fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre y temperancia. Frente a estas cosas, la Ley está demás” Gl. 5, 22). Hay que indicar que los frutos son del Espíritu; por eso, es muy difícil que estos frutos, que siendo del Espíritu Santo, sean revelados al corazón de quien camina  por fuera de la Iglesia de Jesús, que es el mismo Espíritu. Estos frutos, como dice el Señor, son revelados solo a aquellos que mantienen su palabra; a los que reconocen en Jesús al Padre; a los que aceptan sus (en la boca de Jesús mis) mandamientos (Jn, 14, 21-26); a los que asumen la paz y la gracia del Señor, mas no la que da el mundo ((Jn, 14, 27-31a); a los que reconocen en El, la vid verdadera, y que siendo sarmientos y ovejas del Buen Pastor le siguen; a los que permanecen en El, El permanecerá en ellos (Jn, 15, 1-8); solo así, es posible ser y dar fruto abundante como verdaderos discípulos y testigos de Cristo.

5. La pureza por la palabra. Jn. 15, 1-8. Este evangelio como es natural, tiene un contenido Cristológico maravilloso. Juan durante sus catequesis al hablar de Jesús, será claro y preciso al referirse que significa quedar limpios al recibir la palabra del Señor.
Quedar limpio no es simplemente como lo hacen quienes se han separado del amor de Cristo; porque estar unido al amor de Cristo, no significa ser ni propiciar la división de la Iglesia que Jesús el Señor fundó.

Es común ver como se camina con una Biblia. Ahora hay que preguntar si aquellos que caminan con la Biblia en sus manos, cumplen lo que en ella se dice (hay que aclarar que los enemigos de la fe, tienen traducciones erradas de los contenidos bíblicos a fin de poder convencer al prosélito y sumar desobedientes a su causa) es decir: la pureza de la palabra como la indica el evangelista San Juan, enseñanza que no deja de ser sencilla.

Dicho de otro modo, Jesús es la vid, y el Padre eterno es el sembrador. La cuestión es, que estar en la vid, significa ser fiel y amar tanto a la vid como al sembrador. Un sarmiento, es tal, cuando sigue la fidelidad del Sembrador en el Hijo que es el dueño de la vid, por pura autoridad del Padre. Por eso, el leer meramente la Palabra y creer que ya se está salvo y limpio por esta mera acción de lectura, es un error en el que caen los hermanos separados en la fe. Puesto que: si en el pasaje de los caminantes de Emaus (Lc. 24)  estos discípulos, no reconocieron al Señor, hay que decir que ellos, que vieron morir a su Maestro, y fueron adoctrinados por el mismo Mesías, y no le reconocieron, tampoco le reconocerán todos aquellos que solo leen la palabra y no la cumplen o peor le imponen cargas a otros que ellos mismos no cumplen. Es limpio por la palabra aquel que la cumple, la vive y la aplica.

En Mt. 5, 48 señala: “Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo”. En este pasaje, se nota o se muestra, la búsqueda de la perfección del creyente; esta búsqueda, se logra, cuando se entra en un estado de disposición, entrega e invocación del Señor y de las cosas del Señor. Solo así, es posible acercarse a lo que el Padre eterno quiere. Pues lo que el Padre eterno quiere, nos lo dejó como legado en la persona de su Hijo. Esta perfección, se adquiere uniéndose a la sucesión apostólica dada a la Iglesia católica; de esta manera, dirá “Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: «Jefes del pueblo y ancianos, ya que hoy se nos pide cuenta del bien que hicimos a un enfermo y de cómo fue curado, sepan ustedes y todo el pueblo de Israel: este hombre está aquí sano delante de ustedes por el nombre de nuestro Señor Jesucristo de Nazaret, al que ustedes crucificaron y Dios resucitó de entre los muertos. El es la piedra que ustedes, los constructores, han rechazado, y ha llegado a ser la piedra angular. Porque no existe bajo el cielo otro Nombre dado a los hombres, por el cual podamos alcanzar la salvación».” Este dialogo con el apóstol San Pedro, pone al católico en una posición de defender lo que se señaló en el inicio de este escrito. Es decir, es una invitación a caminar no como el fariseo que se cree limpio de pecado por leer meramente la palabra de Dios; sino a vivir y a tomar la aptitud y la actitud del publicado, esta actitud y aptitud no es otra que humillarse para ensalzarse (Lc. 18, 9). Conforme esta cita, los hermanos separados en la fe se consideran sin pecado como el fariseo. Pero: es posible estar sin pecado siendo desobediente al no estar configurados con la palabra del señor tal y como lo señalan los Evangelios. 

Finalmente, no es posible encontrar en dialogo alguno de la Biblia, y menos fundamentar que desde Jesús el Señor, hasta Russell, exista una Iglesia distinta a la Iglesia que fundó Cristo en la persona de San Pedro. De otro lado, un protestante o cualquier otra denominación de los hermanos separados en la fe, que al estar en desobediencia si no consideran bien las palabras de San Pablo, entenderán que sus enseñanzas están basadas en distorsionar el mensaje bíblico, y es en esta enseñanza errónea  que cumplen y confirman lo que se señala en Mt 23, 15.

De este modo San Pablo es muy claro al hacer ver que Cristo es también la Cabeza del Cuerpo, es decir, de la Iglesia. El es el Principio, el Primero que resucitó de entre los muertos, a fin de que él tuviera la primacía en todo, porque Dios quiso que en él residiera toda la Plenitud. Por él quiso reconciliar consigo todo lo que existe en la tierra y en el cielo, restableciendo la paz por la sangre de su cruz”. Esta cita, ubica al creyente fiel en una condición de unidad y no de división, por esta verdad bíblica. Por todos los motivos antes expuestos, a los hermanos separados en la fe solo les queda regresar nuevamente a la Iglesia de Cristo el Señor, dirigida por el Papa Francisco.


sábado, 24 de mayo de 2014

La odisea del derecho a la salud

Cada cinco minutos hay una nueva tutela de salud en el país[1]
Informe de Defensoría revela que siete de cada 10 tutelas de salud son para reclamar servicios POS.
El año pasado, y contrario a lo esperado, se registró el segundo pico más alto de acciones de tutela interpuestas por los colombianos para reclamar servicios de salud, desde que este instrumento para la protección de derechos fundamentales fue creado en 1992.
De acuerdo con las conclusiones del séptimo informe sobre ‘La tutela y el derecho a la salud’, que será revelado este miércoles por la Defensoría del Pueblo, durante el 2012 se registraron 114.313 de estas acciones, un número sólo superado por las 142.957 del 2008, y que desembocaron en la expedición de la sentencia T-760 (o Supertutela de la Salud), por parte de la Corte Constitucional ese año. (Lea aquí un análisis sobre la necesidad de cambios en el sistema de salud)
Pero quizás el dato más impactante del informe tiene que ver con la clase de servicios solicitados por esta vía. Los investigadores de la Defensoría encontraron que el 70,93 por ciento de las tutelas en salud interpuestas por las personas son para reclamar procedimientos, medicamentos y tratamientos que están contenidos en el POS. (Vea aquí una gráfica detallada sobre las cifras de tutelas para reclamar por salud)
En otras palabras, les son negados pese a tener derecho a ellos y a que están cubiertos económicamente por el sistema. El oxígeno, el omeprazol, las insulinas y hasta analgésicos elementales son negados.
Las entidades que más reciben reclamos por esta vía son, de nuevo, las EPS; en estos momentos, casi ocho de cada diez tutelas son interpuestas contra estas entidades, seguidas por los entes territoriales, con el 9,9 por ciento del total. Contra los hospitales, por otro lado, se registraron 3.670 de estas acciones.
Se trata de un fenómeno nacional, dado que en 859 de los 1.123 municipios que tiene el país, sus pobladores recurrieron a la tutela con este propósito; y en 513 (113 más que en el 2011) la salud apareció como el derecho más invocado por la gente.
En números absolutos, Antioquia, Valle, Caldas, Santander y Bogotá concentran el 56,27 por ciento de las tutelas, pero proporcionalmente hablando los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda, Antioquia y Norte de Santander, son las regiones con el indicador más alto de acciones de esta naturaleza, por cada 10 mil habitantes.
En su informe, la Defensoría resalta el incremento significativo de las tutelas en salud interpuestas contra el Inpec. El Instituto recibe, en promedio, una tutela cada cuatro horas.
Vale anotar que en el 2012 el uso de la tutela para solicitar servicios no POS presentó una reducción del 32 por ciento (en el 2011) al 29 por ciento, lo cual se explica en parte por la unificación de los planes de beneficios y la existencia de los comités técnico científicos (CTC) de las EPS, que se encargan de estos trámites.
Entre las recomendaciones formuladas por la Defensoría del Pueblo en su informe destaca la solicitud de que la acción de tutela se mantenga sin modificaciones; además hace un llamado al Consejo Superior de la Judicatura y a la Procuraduría General de la Nación, para que se investigue a los jueces que no les hagan seguimiento a los fallos (el 80,67 por ciento salen a favor de los ciudadanos) y a los incidentes de desacato impuestos contra quienes incumplen estas órdenes.
Jorge Armando Otálora Gómez, defensor del Pueblo, sostiene que los hallazgos muestran que “la rama judicial está coadministrando la salud; hoy son los jueces quienes, a través de las tutelas, resuelven los problemas de salud de la gente”. 
También insta a la Superintendencia Nacional de Salud para que investigue y sancione a las EPS y a los hospitales que nieguen servicios por los cuales deben responder; pide al Ministerio de Salud que proteja, a través de giros directos, la atención de los pacientes de alto costo; que consolide bases de datos fiables; revise si los copagos y cuotas moderadoras son barreras de acceso para algunas poblaciones, y que, de manera progresiva, incorpore al POS los servicios no POS que la gente solicita de manera reiterada.
Fernando Sánchez Torres, presidente de la Academia Nacional de Medicina y vocero de la Junta Médica Nacional, aseguró que “los resultados del informe son graves, toda vez que se niega de oficio hasta lo más básico, pone en evidencia el hecho de que las medidas adoptadas en los últimos años para conjurar la crisis del sistema de salud, no han servido. Se trata de un argumento más para reformarlo desde sus estructuras”.
¿Qué opinan pacientes y EPS?
Laura Milena Ramírez, vocera de Pacientes Colombia
¿Por qué los pacientes acuden a la acción de tutela?
Porque el Sistema de Salud incumple con su responsabilidad de garantizar hasta el acceso a los servicios a los que por ley tienen derecho. La gente recurre a este mecanismo cuando siente que su bienestar y su vida están en riesgo.
¿Qué opina del informe de la Defensoría?
Es una radiografía clara de la realidad que enfrentan pacientes y afiliados del sistema. Desnuda la inutilidad de las reformas y medidas tomadas durante 20 años para hacer que este sistema funcione de manera coherente y eficaz, en beneficio de la gente.
¿Cómo califica el papel de las EPS?
Estas entidades no cumplen con su labor, eso es claro; ellas son las principales generadoras de barreras que motivan las tutelas. Actúan como contenedoras de gastos.
Jaime Arias, presidente Acemi (agremia a mayoría de las EPS del contributivo)
¿Le preocupa el incremento en el número de tutelas?
En primer lugar, no veo grandes cambios, la tendencia se mantiene. En segundo lugar, y para ser justos, si contrastamos la cantidad de tutelas con los cerca de 420 millones de actividades que presta el sistema, la tasa es baja: un 0,003 por ciento aproximadamente.
La mayoría de servicios negados a la gente están en el POS…
Lo único que eso demuestra es que sigue habiendo zonas grises o ambiguas en el POS, que el sistema no ha sido capaz de aclarar. En muchos casos seguimos sin saber si un servicio está cubierto o no.
Las EPS son, de nuevo, las entidades más entuteladas por la gente
Eso se debe a que hoy actuamos como articuladoras del sistema de salud, lo que hace que la gente no tenga a quién más reclamarle. En el futuro el más entutelado será Salud Mía.
¿Qué hay para corregir?
Estos informes son de mucha utilidad para las EPS. Eso es innegable. Nos indican puntos sobre los cuales es necesario hacer ajustes y correcciones.
REDACCIÓN SALUD