Enviado por: Rigel y Altair.
Me uno a la inconformidad que manifiestan las instituciones de cierre judicial en relación a las afirmaciones del viceministro Pablo Felipe Robledo. El verdadero drama tiene otras líneas más fuertes, por ejemplo Colombia debería tener mejores vías de acceso a cada uno de los municipios y departamentos. Situación que no responde ni se asemeja a países como España y otros de la Unión Europea y no es porque Colombia sea carente de recursos, lo que sucede es que la política está mal ejecutada.
Otro ejemplo España no tiene Ministerio de agricultura Colombia si lo tiene, pero de la comparación de los dos Estados la calificación para Colombia es deficiente; mientras que España incluso con su crisis económica tiene sus autopistas y sus vías férreas es un estado que supera el estado de las vías colombianas si es que no están a punto de ser caminos. En España hay peajes pero su recaudo responde en buenas vías. En Colombia la mejor vía es un camino de herradura, su control de calidad para los contratistas es nulo.
De cara a lo anterior, a la política judicial colombiana si bien se le concede el merito por descongestionar los procesos de la administración de justicia, la política parlamentaria (congreso) debería responder con mejores meritos en otras aéreas de la política nacional en lo que respecta a los servicios públicos esenciales.
Si se le preguntara a un compatriota, cuyos recursos son de la clase baja, en relación a que preferiría que se resolviera de modo inmediato si la descongestión en la administración de justicia o un sistema público de vías y transporte optimo que permita mejores accesos a las ciudades y mayor movilidad inter departamental y municipal Mejor sistema de salud, de educación entre otros derechos? Sería muy interesante su respuesta aunque ha de suponerse cuál es.
Así que hay mayores dramas apreciado viceministro: como lo es el problema del hacinamiento y la violación de derechos humanos en los centros de cumplimiento de sanciones penales, el desplazamiento forzado, la venta indiscriminada de armas que conduce a un sostenimiento inadecuado de un conflicto que a mi entender es el mejor negocio del mundo por eso jamás terminara “las potencias le venden armas a países como siria para que en nombre de la democracia, los ciudadanos se maten y el negocio de las armas no pierda su rentabilidad”.
Por otro lado, la corrupción en materia de contratación pública, la malversación de dineros y una lista interminable de la cual el ejercicio de la política tiene amplio conocimiento, de modo que, poner en los medios de comunicación el sistema judicial como algo dramático, es un verdadero error una torpeza de salida de tono de un ilustre político de la republica. Dicho de otro modo, la reforma de la justicia no será la solución para los verdaderos problemas sociales de los cuales se espera un mejor manejo político.
Pienso que es más vergonzoso y dramático el favorecimiento que hace la política a la explotación de recursos naturales sin importar los ciudadanos que en tales sectores especiales del territorio nacional habitan, despojándolos de sus tierras, haberes, cultura idiosincrasia y poniendo en riesgo su identidad al borde de la extinción.
Esa es la política una acción que favorece al que tiene y le quita al que no tiene. El pobre se pone entonces en la condición de que se le quite hasta lo que no tiene. Tal noticia en los medios de comunicación[1] es solo un bombón para los problemas sociales que se mueven detrás de la cortina de las obligaciones del Estado.
Ahora, porque no convocar un foro en donde los actores de la política nacional, como en este caso, los congresistas, propendan por la defensa de las minorías, por la defensa del derecho a la educación y a su no privatización, por la concesión de un goce efectivo de los mínimos vitales mediante reformas estructurales y serias.
Si lo que afirma el señor Pablo Felipe Robledo de que "En Colombia no se cumple con el acceso efectivo a la justicia” lamento decirle que los ciudadanos recurren a la justicia para exigir al gobierno sus derechos, derechos que la política solo los ve cada cuatro años en tiempos de votaciones presidenciales, departamentales y municipales. Por lo que los derechos son un discurso de cada cuatro años. Pero es en la administración de justicia estos derechos, es en donde se concretan como triunfos ante la negativa acción de la política.
Es verdad que a nuestros jueces les debemos mucho; pero ellos ya lo saben, puesto que, cuando ven en los rostros agradecidos de las miles de personas que llegan a sus despachos a recoger el fallo de tutela que ha protegido sus derechos, el rostro y sus hechos demuestran la alegría. Los ciudadanos ya le hemos dado gracias a nuestros jueces. Porque creemos en la democracia. Lo que es preciso empezar a pensar si la política que se teje en nuestro país es digna de brindarle un agradecimiento yo diría en voz alta que no.
Así que es inaceptable como se desempeña la democracia a causa de la mala política en el Estado colombiano, porque ella, en vez de institucionalizar y respetar el marco fundamental de la democracia, en la cual creemos desde el año 1991, lo que hace es minimizar, disminuir los marcos democráticos y ponerlos al borde de la destrucción. Es inaceptable un ejercicio de la política en estas condiciones, en donde solo responde a intereses de partido y no a un interés nacional y de unidad democrática.
[1] http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/F/frase_de_viceministro_incomoda_a_las_cortes/frase_de_viceministro_incomoda_a_las_cortes.asp?CodSeccion=211
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