domingo, 13 de noviembre de 2011


Del reto a los retos.

Escrito por Aldebarán.

La educación es otro de los objetivos del milenio, la busqueda de mejores posibilidades para el campo de la educación y los demás derechos que la circundan ha de ser el pilar básico para la defensa de los derechos en las sociedades el siglo XXI.

Todo aquellos que ocurre en un país tiene repercusiones inmediatas en otros países. De modo que el desarrollo de cada país es en parte efecto y en parte causa del desarrollo de los demás pueblos. La interconexión entre las personas de todo el mundo comporta que pertenecemos a una misma aldea global.

La globalización materializa u proceso de cambios que afecta a todos. Por eso es necesario a la par que los pueblos se globalizan, defender lo local y a eso lo llamaremos glocalización. Las nuevas tecnologías asentadas en políticas de mayo9r apertura han creado un mundo más interrelacionado  no solo en las relaciones económicas, sino también en las relaciones que permiten una interacción social y política entre organizaciones y personas de todo el mundo.

El actual proceso de globalización está produciendo resultado de igualdad entre países, pero a la vez, es posible avistar niveles de desatención. En estos países es posible determinar una globalización más equitativa. No suelo hacer la denominación de países del primero, segundo y de tercer mundo porque tal modo de llamarlo me suena peyorativo y discriminatorio así que me referiré a sociedades que estas mas posicionadas en el mundo que otras; tal posición, obedece a las desigualdades propiciadas en determinados momentos de la historia, por gobernantes irresponsables que además de dañar la política interna pretendieron crear el caos mundial.

Como todo proceso de crecimientos así como el proceso de globalización exige la satisfacción de las demandas de todas las personas en lo que atañe al respeto de los derechos humanos , su identidad cultural, su autonomía así como la plena integración de las personas en las comunidades en que viven venciendo radicalmente el flagelo del desplazamiento forzado la inmigración indebida y la inviolabilidad de la integridad de la persona humana.

La globalización debe de ser un proceso para la humanización y no su contrario. Este proceso debe de complementarse que rijan la circulación entre entados  normas que deben de responder siempre al máximo derecho en el que orbitan los demás la vida, porque sin ella, los demás derechos pierden sentido. De esta forma libertad e igualdad se enlazan con este derecho haciéndolo más fuerte permitiendo descubrir en esta tripleta de derechos vida, libertad e igualdad su noúmeno que no es otro que el de la dignidad humana su carácter de fundamental esta dado por su naturaleza propia, su reconocimiento no es una simple voluntad humana, sino que es la madurez de la evolución humana.

Las normas actuales tanto internas como internacionales, deben de responder al establecimiento del equilibrio entre los intereses de los gobernantes y de sus gobernados. Con este modo de racionalizar las políticas públicas los derechos fundamentales adquieren su verdadero estatus quo por encima de todo interés partidista e incluso por encima de toda norma jurídica. Todos los países deben de consolidar su política a fin de que su conciudadanos no tengan que emigrar a otros Estados una buena migración podría responder a un verdadero proceso de internacionalización de los derechos. Pero más que internacionalización diría que universalización con todas las limitaciones teóricas que esto representa (a la universalización de los derechos el principal enemigo es la política misma, la doctrina alaba tal error).

La globalización debe de responder a la eliminación de todas las formas de discriminación y de explotación  de la persona humana. Ya es suficiente que el mundo responda a las ordenes de los monopolios económicos y responda verdaderamente a las peticiones del pueblo. Una máxima un poco problemática me aporta mi amigo Antares él dice que es posible que una sociedad posea gobernantes, pero lo que no es posible es que una clase gobernantes subsista sin un pueblo al que gobernar.  

La participación directa en el cambio de la globalización es preciso hacer que ella, integre caracteres de mayores oportunidades ejemplo la reforma a la educación necesita obligatoriamente que sean tenidos en cuenta sus destinatarios en términos de Habermas, cuando solo deciden unos pocos esa decisión es la correcta pero a la vez, puede que no sea la mas correcta. Esta participación permite el progreso de los pueblos, su desarrollo requiere de una participación mas activa de la ciudadanía  que es en quien reside el poder democrático o soberanía popular. 

domingo, 6 de noviembre de 2011


Los retos de siempre

Escrito por: Rigel.
Noviembre 06 de 2011.


El ser humano debe de responder al derechos de respetar a favor de todos sus iguales el privilegio de poder vivir en una sociedad pacífica, en donde impere como valores fundamentales un verdadero sentido colectivo por el derecho a la libertad y la seguridad de toda persona. Esta fin responde a una teleología constitucional generando una mayor probidad en cuanto al compromiso que hay que tener con los valores de nuestra comunidad, estos valores, son la clave para la gobernabilidad democrática, por lo que todo ciudadano debe de mostrar y acatar el respeto por los derechos humanos fundamentales, el imperio de la Constitución así como el acatamiento de la ley en la que se encuentra el desarrollo del texto fundamental.

Del mismo modo la aptitud del constituyente a de ser la de alojar en su condición democrática verdaderos compromisos hacia la diferencia del ser humanos mismo, a fin de responder al derecho general de igualdad y libertad cuyos caminos son el de la inviolabilidad de la persona en la que descansa como razón fundamental la dignidad humana mas allá de der un mandato de optimización, un principio prima facie. La dignidad humana como criterio universal supera el entendimiento de la norma de derecho fundamental en la que se encuentra el principio de derecho fundamental. De este modo, realidad y norma jurídica se enfrentan al discurso retorico, que pretende minimizar el alcance de los derechos.

El discurso retorico quiere introducir en la Teoría jurídica el criterio de relatividad en el sentido que los derechos no son absolutos e infranqueables. La dignidad humana mas allá de todo concepto, así como los demás derechos humanos se encuentran señalados en normas jurídicas, entendidas como posiciones normativas, mediante las cuales un derecho subjetivo adquiere una garantía jurídica de protección no solo constitucional sino legal.

La defensa de los derechos y su garantía desde una posición normativa hace que los ciudadanos entablen un mayor compromiso con los principios, valores y normas que rigen un Estado basado en derechos. Estos valores que permanecen en la esfera humana deben de tener una protección renovada por parte de las instituciones encargadas de sostener el principio democrático pilar del templo de la democracia. La razón básica es porque el ser humano sabe que en otrora esos derechos fueron reclamados y negados, hoy difícilmente permitirá que los derechos le sean arrebatados.

Es preciso indicar que en un Estado Social de Derecho, la posición de gobernabilidad de las ramas del poder público en muchas ocasiones se encuentran en discusión por el criterio de autoridad. Lo más sensato, y en principio, sería afirmar que cada rama del poder público aporta al sistema de gobernabilidad, permitiendo que cada poder ejerza sus funciones sin entorpecer las funciones de los demás poderes. El asunto es que lo maravilloso del poder, es que quiere concentrarse, y eso es lo que hay que impedir, que se concentre en un solo organismo. Si eso llega a suceder seria un retroceso en la evolución de las sociedades, un reacomodar de toda la Teoría jurídica.

Las ramas del poder público serán las responsables por mandato constitucional, en velar por el respeto y garantías no solo del funcionamiento de la institución misma, sino que debe velar con mayor fuerza por los derechos que administra a favor y beneficio de los gobernados. No así el poder público será regulado por los tribunales de cierre en cada orden o mejor competencia por materia quedando una sola jurisdicción encargada de la supremacía, vigilancia y guarda de la constitución. la Corte Constitucional es el máximo organismo de cierre, en ella descansa un papel importante y es el de responder por el cumplimiento de los derechos y garantías señalados en la Constitución como norma de normas. De esta manera se ordena al poder ejecutivo y legislativo así como a los particulares, actúen de acuerdo con la Constitución. de modo que los jueces son los que señalan el sello reconocen la validez o de invalidez de la ley respondiendo a los principios sumos de justicia y equidad que se enlazan de modo inescindible con todos los derechos y obligaciones dando sentido al pluralismo jurídico y a los fines esenciales que orbitan en un  Estado Social de Derecho.

El poder judicial dinamiza la acción del poder ejecutivo y legislativo con el poder constituyente y ofrece un espacio para todos los ciudadanos resolviendo de forma pacífica de los conflictos que surgen en una sociedad, en este poder se genera un ambiente para la discusión razonada y objetiva de los problemas sociales cuyo criterio urgencia merece mayor atención. Los jueces en general deberán afrontar los retos del siglo XXI, que presenta el constitucionalismo en relación a la superación de la visión positivista, este reto consiste en el compromiso de llevar a cabo esta importante función judicial no solo con habilidad sino también con imparcialidad. De ese modo el poder constituyente adquiere respaldo frente a los abusos del poder y de la fuerza