sábado, 14 de junio de 2014

En un mundo global la competencia es a otro precio.


Los abogados de empresa ganan poder en la dirección general

Los abogados de empresa ganan poder en la dirección general
La función de los responsables de la asesoría jurídica de las empresas está cambiando. En los últimos años, este puesto tradicionalmente ligado al estricto asesoramiento legal desde un punto de vista independiente y alejado del día a día de la empresa, se está convirtiendo en un cargo más estratégico para la gestión del negocio. Cada vez más, los consejos esperan de los abogados de empresa cuenten con conocimientos comerciales y los combinen con sus conocimientos y experiencia en el ámbito jurídico.
En un mundo empresarial cada vez más complejo y con un marco regulatorio más prescriptivo e intervencionista, los abogados de empresa están destinados a desempeñar una función cada vez más importante en la gestión de las compañías y, en particular, en la gestión de riesgos.
Estas son, a grandes rasgos, algunas de las tendencias que detecta el estudio Beyond the Law realizado por KPMG a través de entrevistas a un total de 320 abogados in-house de 32 países, de los principales sectores de actividad. Una de las conclusiones que se extrae del resultado de las encuestas es que el nuevo entorno de negocio está obligando a los abogados de empresa a ascender en el escalafón jerárquico de la compañía. Sin embargo, los datos del estudio muestran que aún queda mucho camino por recorrer, ya que, en muchas ocasiones existe todavía una brecha entre el impacto que puede producir el abogado de empresa en la toma de decisiones estratégicas y su participación real en dichas decisiones.
Comité ejecutivo En esta materia España va por buen camino. Llama la atención que aquí los abogados de empresa ocupen un puesto más importante que en otros países. Según revela el informe, en España, el 70% de los responsables de la asesoría jurídica ocupa un puesto en el comité ejecutivo o en el consejo, mientras que en el resultado global de la encuesta este porcentaje asciende únicamente al 38%.
Por otro lado, los abogados de empresa consultados consideran que para anticiparse a los problemas y encontrar soluciones es necesaria una comprensión profunda del negocio. Sólo entonces pueden apreciar cómo afectarían al negocio los riesgos y problemas que surgen.
La mayoría de los encuestados coinciden en que entender bien la actividad de la empresa y el entorno de negocio de sus organizaciones es fundamental para desarrollar sus funciones. Una de las formas de mejorar este aspecto consiste en acercar el equipo jurídico a sus «clientes». El estudio muestra que son pocos los departamentos jurídicos que cuentan con el tipo de estructura descentralizada que facilitaría este acercamiento. Más del 90% de los encuestados describen sus equipos internos como parcial o totalmente centralizados, y sólo el 34% declara que su estructura se corresponde con las líneas de negocio o las unidades operativas de la empresa.
Para abordar los riesgos deben forjar relaciones de trabajo estrechas con otras áreas de la organización. Las dos áreas principales mencionadas por los encuestados fueron finanzas (61%) y auditoría interna (59%). Ventas y márketing ocupa el tercer lugar con poca diferencia (55%).
En cuanto al día a día de las asesorías jurídicas internas, el 90% s menciona un aumento generalizado en el volumen y la complejidad de la regulación como el mayor riesgo para sus empresas en los próximos cinco años. Las tres principales áreas de riesgo de regulación giran en torno a la competencia, la protección al consumidor y las leyes contra el soborno y la corrupción.
Prevenir
Por otro lado, el estudio muestra que prevenir en lugar de tener que resolver un conflicto es preferible para todos los afectados. Además, el 79% cree que su participación en el proceso de toma de decisiones empresariales redujo el número de conflictos y problemas en materia de regulación, y el 47% señala que solicitó asesoramiento externo con frecuencia para prevenir y resolver los conflictos en las etapas iniciales.
Otra cuestión que sale a relucir en la encuesta es la necesidad de seguir involucrados en los contratos que se firman durante toda su vigencia. Esta participación continua del equipo jurídico es necesaria no solo porque las circunstancias pueden cambiar, sino porque la aplicación práctica de un contrato muy pocas veces es exactamente como estaba prevista cuando se redactó.
Vías alternativas de resolución de conflictos
El uso de vías alternativas de resolución de conflictos recibe diversas valoraciones. Aunque los litigios en tribunales son actualmente una de las tres actividades más comunes para casi el 60% de los responsables de asesorías jurídicas internas, no es un método popular. No hay una opinión firme sobre las perspectivas de recurrir a litigios, arbitraje o mediación, aunque un porcentaje ligeramente superior prevé que la mediación sea cada vez más habitual. El estudio apunta que la privacidad ha sido uno de los elementos más atractivos del arbitraje, junto con los conocimientos comerciales especializados del tribunal, la velocidad, la eficiencia y el bajo coste.
Sin embargo, también señala que «se observan indicios de que el arbitraje está empezando a perder su atractivo». En opinión de Bryan Jones, responsable del área de arbitraje de KPMG en Estados Unidos, esto puede deberse, en parte, en Estados Unidos, a que «el tribunal arbitral es cada vez más lento y caro, se pronuncian decisiones detalladas que los ‘in-house’ no quieren y cada vez son más los laudos arbitrales que son cuestionados en los tribunales». Por eso, entiende que «en los países con un sistema jurídico fiable y relativamente rápido, recurrir a un juicio sin jurado podría resultar ser un método más barato y más fiable».
Manual de mejora
El estudio de KPMG incluye una serie de recomendaciones para los responsables de la asesoría jurídica interna de las empresas:
- Relacionarse directamente con los máximos responsables de la toma de decisiones de la organización.
- Analizar los incidentes pasados para anticiparse a los riesgos futuros.
- Comunicarse con los máximos responsables de la toma de decisiones de la compañía en un lenguaje empresarial.
- Ser flexible para responder a diferentes entornos regulatorios.
- Colaborar estrechamente con todos los que intervienen en la agenda de riesgos y gobierno corporativo.
- Dedicar tiempo a entender realmente la empresa y su predisposición al riesgo.
- Anteponer la prevención de conflictos a su resolución.
- Trabajar con las áreas comerciales para fomentar las relaciones en la empresa.
- Ser flexible en las estrategias de resolución de conflictos.
- Abordar la resolución de conflictos como cualquier otra decisión estratégica.
- No subestimar el impacto de las diferencias culturales.
- Estar al tanto de cómo se utilizan las nuevas tecnologías en la entidad.
- Forjar relaciones en toda la empresa y colaborar con todos los departamentos.
- Dedicar tiempo a integrarse en otras áreas de la compañía.
derechos de autor:

http://alc.com.ve/los-abogados-de-empresa-ganan-poder-en-la-direccion-general/


“La fuerza de un derecho no debería ser medida por la existencia de una norma jurídica, sino por la existencia del ser humano y su reconocimiento como portador derechos humanos fundamentales” C.A.

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