jueves, 13 de octubre de 2011

Un día más para la vida.


Escrito por: Aldebarán.


            En los últimos días, el mundo se mantiene de una lado para otro, parece un coche con funciones de trastero o una mesa patas arriba. En unos Estados, se dice que la vida es un bien invaluable en otros, ese valor es como un guijarro saltando de techo en techo o como una piedra lanzada a un poso , la cual solo flota al menos, lo más cercano a una diez milésima de segundo, pero vencida por la gravedad y, la piedra se pierde de la vista humana.

Tanto las sociedades antiguas como las sociedades modernas, se han preocupado por esta garantía fundamental como se le denomina hoy, o es una joya invaluable o es algo que cualquiera  puede usas o como venta o destinada a la subasta.  Ni lo uno ni lo otro. Durante toda la historia de la humanidad. La postura dominante del hombre es la de buscar a toda costa el poder, no importa cómo. Lo que hace que la vida sea el principal bien fundamental puesto en peligro.

Un día mi buen amigo Rigel, me dijo, que un honorable catedrático del Derecho decía que “la libertad y la igualdad eran los derechos más importantes del hombre” mi amigo me afirma que le replicó al ilustrísimo catedrático, argumentándole que “de que le sirve al hombre ser igual y tener libertad, si por la decisión de unos pocos, ese hombre que no estaba de acuerdo con la idea de esos pocos, le es arrebataba la vida”. Y me dijo además, que “la libertad y la igualdad no son nada si no se tiene de modo previo el maravilloso don de la vida. Los argumento s del catedrático fueron contundentes por el numero de teorías de colegas que cito. Pero no dijo nada en comprometerse para construir una tesis que protegiera este derecho. Dichas esas palabras por parte de Rigel, me miró y se alejó.

La vida hoy ya no es como la vida de otros tiempos. Las sociedades sostienen ideas Talionistas la pena de muerte es una. ¿Como un país que tiene la cede de discusión y de mayor relevancia del mundo ONU, aun tiene en su legislación la pena de muerte? Otros Estados conservan un enunciado indirecto que prescribe una orden bajo condición suspensiva “salvo lo que puedan disponer la leyes penales para tiempos de guerra este enunciado hace que la vida sea una aguja ensartada en un hilo y en cada extremo un hombre que lo sostiene y la hacen moverse de un lado a otro. De modo concreto si un país vecino es atacado, queda facultado el congreso o el parlamento en crear una ley cuyo sentido sea el de imponer la pena capital. Pero como es que una sociedad acepta la carta Universal de Derechos y en su legislación interna solapa la pena capital de un modo sutil.

La vida no vale nada, se pierde lentamente por el consumo de un cigarrillo,   o se pierde instantáneamente por alimañas como el narcotráfico, los grupos delincuenciales, las guerrillas con ideologías de política o peor aún, por la decisión de un grupo de intelectuales que dominan el poder desde un partido político.

Se pierde la vida por irresponsabilidad en la conducción, por un accidente aéreo, por una bala perdida o por el deseo de no joderse la vida –un aborto-, pero se justifica la perdida de una vida por una violación, por malformación y por salvar a la madre.

Lo anterior es el debate moderno por un lado los países capitalistas que dirigen la OTAN y la ONO, ponen militares en zonas de conflicto y se matan uno a uno los ideales de la vida, y se justifica la democracia y la seguridad nacional y mundial. El derrocar un gobierno como Siria, Irán, Irak implica muchas muertes, estas muertes en la Teoría del Estado es la justificación  que pone, para decir que, que si no es de ese modo, la democracia no existe, o no se garantiza una sociedad mejor.
Algunas naciones discuten el derecho a la vida en proyectos de ley, el intento básico de penalizar el aborto son la agenda de discusión en las curules congresistas y parlamentarias. En muchos de los casos las iniciativas de ley son enviadas al archivo. Las razones no son muy claras, pero al menos ha triunfado este derecho, hasta que otro hombre con ideas futuristas reabra el debate y presente de nuevo otro proyecto de ley.

No así, en las mayorías parlamentarias, existen dirigentes que piensan que el pueblo debe de votar sus leyes y le proponen al pueblo que voten una ley en la que decidirán matar a fortiori a los hijos de sus hijos y una vez más Pilatos se lava las manos. Para eso, el poder constituyente si existe. Es la única forma de tenerlo en cuenta. Qué tal si llamaran al poder constituyente para que decidiera si el grandioso negocio de las drogas fuera legalizado, y el Estado ejecutara una verdadera política de resocialización de los consumidores, y a los vendedores el paliativo de la cárcel, y a los consumidores tratarlos como tal y no como delincuentes, es no cala puesto que no se puede perder a tan buenos compradores internacionales.

Este amigo, que me dijera lo del catedrático, nuevamente me dice, “Que problema: si es el del aborto, se dividen los escenarios y, si es el de las drogas, que caída la de la economía, porque, es mejor vender este producto –las drogas- que  vender coles, pepinos o patatas porque estas no duran sino unos días”.
Así es la vida, la canción la llama caprichosa, bella y loca, que tripleta. Los parlamentos y congresos con los proyectos abortivos ni caprichosa, ni bella, ni loca. Es un negocio para poner una buena clínica abortiva y aprovechar que la sociedad es irresponsable o mejor le gusta la fiesta, y un embarazo no la va a estropear. Así que esa vida debe salir del medio.

La regulación del aborto así como la guerra, son dos navajas con dos oponentes y rivales fuertes, en donde el contrincante es la vida que se pierde en nombre y justificación de la democracia. Esto lo justifican con el principio de legalidad, de igualdad, de mejor bienestar para la sociedad y de libertad porque de lo que se trata es matar libremente y olvidarnos que nuestro verdadero destino es encontrar el camino para llegar a una sociedad responsable.

El aborto, si es por violación, los Estados como decía un humorista gitano “hay que poner un policía en cada árbol, en cada esquina en cada calle oscura, para que lo controlen todo, si no es así que pongan en los arboles al menos policías de papel que se vean colgados” de ese modo, poder disimular la ineptitud en las grandes inversiones que se hacen por parte de los políticos bélicos a la seguridad pública.

El aborto, si es por mal formación genética, la Seguridad Social debe de ir de la mano con la tecnología, así como se invierten millones de dólares y euros en una carrera armamentista. Carrera que solo crea enemigos constantemente y, lo que es peor, nos intentan hacer creer, que un país el libre en la medida que se tangan más soldados para defender sus fronteras. En el Estado que yo imagino me dice Rigel, viven ciudadanos libres, quienes lo único que quieren es educarse a sí mismos y a sus hijos y en ningún momento les surge la idea pelear con el vecino país.

 No así los gobiernos desarrollan líneas de disputa en las plazas  publicar para que al calor de la ignorancia los ciudadanos justifiquen un ataque de un estado contra otro (caso Colombia ecuador la justificación le dio la vuelta al mundo y ríos de tinta corrieron todos los diarios del mundo). Lo anterior sería bueno dicen los gobernantes expansionistas, a menos que en el otro Estado hayan más recursos: sea de minerales, o tengan más cantidad de petróleo y esto justifique desmontar el contenido social de un Estado, para invertir recursos propios, atacando a otro Estado, bajo la justificación de que allí no hay democracia y, por lo tanto hay que ir a ultimar todo lo que esté por fuera de los democrático y de ese modo hombres armados y no armados son puestos en la mira de movimiento de los radares y fusiles.

El aborto entonces por malformación genéticas dejaría de ser si esos recursos fueran invertidos en el sector salud y, de ese modo, desde un programa de seguridad social, sería posible no jugando a dioses, pero si conocer de tal modo a cada uno de sus ciudadanos que su historia clínica conozca su genoma humano defectuoso.

Lo triste es que este genoma humano defectuosos solo se conoce, cuando dos padres, con deseos de prolongar su existencia con una nueva vida, se dan cuenta a última hora, de que sus hijos nacen con malformaciones debido a problemas de sus padres generantes. Lo interesante es que este programa le cuesta muchísimo dinero y, a los Estados les gusta más las noticias del Golfo Pérsico, de Afganistán, Israel claro porque  una cuota para la guerra promueve una empresa que genera muchísimo más dinero que salvar vidas de personas que tienen problemas genéticos. dicho de otro modo a los Estados les gustas mas ver mutilados como héroes de guerra, que tener una sociedad sana.

Aborto por riesgo de muerte de la madre, tengo que decir que muchos de los que ya nacieron no les importa en absoluto que nazcan otros. Así que, quien defiende el derecho de abortar, es porque ya nació. Una vida es una vida y, los galenos, solo son un medio, pero, el fin para el cual han sido formados es para defender a toda costa el derecho a la vida.  Rigel, me dice, que paradójico, un medico de guerra quiere que sus pacientes se salven para poder ganar la misma, a algunos médicos urbanos la objeción de conciencia le falla, les cuesta y lo que es peor, ayudan a matar con el eslogan “al control de natalidad natural hay que ayudarle porque este, actúa demasiado lento”. Cierto estimado Rigel, la vida no vale nada, por eso, hay que ser luz para los sin luz y, voz para los que no tiene voz.

Un ministro de avanzada, paliando los males enunciara que lo ya reglado hay que mantenerlo. Otros con cargos importantes, dirán que retroceso el de la democracia no darle al pueblo leyes que necesitan maten. Y los que son minoría y, que sus votos suman y no suman a la vez y además no valen lo que realmente se merece. Son llamados demagogos porque sus ideas solo son del país de las maravillas y Alicia es la única que vale. Si del país de las maravillas es exigir un verdadero sistema de seguridad social e ir en contra de la guerra. Los que defiende la guerra de que país serán. Al menos, del país que yo quiero, no podrían ser. 

El respeto por la vida humana naciente debe ser el principal y fundamental fin de toda sociedad. A esto, se suma la postura contraria, los partidos políticos proponen penalizaciones y no quieren descansar hasta lograr sus fines. Qué tal si tales energías las dedican  a reformular el sistema salud. En mi entender una posición garantista como la de muchas cortes judiciales del mundo es una voz de alerta para resolver los tres problemas de fondo que le planteo a mi amigo Rigel. Sé que hoy  "el derecho a la vida es inviolable desde su concepción hasta su muerte natural". También se que este derecho, es personalísimo y, una mano irresponsable no puede decidir sobre él.

Hay que afirmar, es que está implícito el mandato de algunas Cortes, cuya decisión proferida, << determinaron la no penalización del embarazo y su aceptación de interrupción solo en tres circunstancias “ peligro de muerte para la madre, embarazo producto de una violación y la existencia de una malformación en la criatura por nacer la cual debe ser probada” no así, en mi entender  en la decisión judicial es posible extraer un criterio de condicionabilidad tácito, es decir que las políticas públicas no puedan tener por siempre la escusa de las democracias son jóvenes y hay que esperar. Por el contrario las instituciones del Estado en especial del legislativo encargado de crear verdaderas leyes le dé al pueblo verdaderas leyes dignas de sociedades civilizadas.  

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