Por: Cmagudelo.
11/01/2013.
Los derechos humanos son
instituciones jurídicas que se hacen visibles en la corporeidad de la persona
humana. Hay que tomarse en serio los derechos.
Estimados y apreciados letrados y
ciudadanos:
En estos tiempos de ambigüedad en el que todo y nada vale,
en el que cada quien hace sus propias interpretaciones del mundo, de las cosas
incluso del mismo Dios. La clave es no dejarse confundir por aquellos que son
enemigos de la democracia y ven en las instituciones que constituyen la
justicia manzanas de la discordia.
No os dejéis confundir por tales enemigos. Pues la fuerza
de la ley está en la solidez de la democracia, cuando hay un caos imperante en
un estado, la democracia se erige como una institución débil y las leyes se
tornan tiránicas.
La sociedad entera tiene el poder y la decisión de elegir
el mejor régimen y sistema político y de gobierno que más le convenga. Hay que
afirmar que un régimen se pone contra los derechos cuando su modo de ejercerlo
y concretarlo desconoce los derechos y la persona misma como su titular.
La sociedad debe estimar en profundidad la democracia, su
objeto y fin fundamental es la participación del hombre de modo libre,
espontaneo y sin coacciones. De no ser así, no se está ante una democracia sino
ante un régimen al que se puede denominar del imperio de los partidos. La
democracia tiene esta estima debido a las luchas históricas seria una nada o
mejor haber perdido el tiempo, sino se hace respetar y valer. La democracia es
una condición que invita y constituye al afianzamiento y consolidación permanente de la libertad.
Estad atentos, porque la libertad y la igualdad, siempre
tienen al mismo enemigo.
Paz y bien,
Carlos Agudelo.
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