domingo, 3 de febrero de 2013

Los pasos del justo.



Por: Cmagudelo.
04/01/2013.
No se puede dejar en mentes irracionales la salvaguarda del derecho fundamental a la vida, ni ningún otro derecho.

Estimados y apreciados letrados: como es de vuestro conocimiento la Constitución de todo Estado en su esencia más pura es justa, es preciso no perder de vista que el póstumo concepto de la justicia nace de esta norma fundamental consensuada por todos los ciudadanos.
Entended que en ella, se manifiesta el sentir de un pueblo que ha querido vivir pacíficamente conforme a unas normas que los hacen iguales unos a otros.  Esta norma, ha de entenderse como la relación que tiene el buen padre de familia para con su hijo, lo mismo es la Constitución de un Estado, pues es una relación entre el ciudadano y el Estado. El ciudadano para con el Estado debe de responder a una continuada subordinación dando cumplimiento  a las normas que rigen la relación tanto entre los ciudadanos mismos como con el Estado. De otro lado, la relación del Estrado para con el ciudadano, ha de ser siempre la de darle protección en todo tiempo y lugar a la persona humana, sin desbordar lo limites naturales y jurídicos que tiene bajo su custodia.
Letrados: todo ciudadano sin importar su raza, sexo, religión o cualquier otra condición política, debe mantener una posición de respeto y de acato a las normas, y cuando estas no respondan a la protección del ser humano, tales normas deben de ser demandas y desobedecidas. Os recuerdo que en la constitución se manifiesta lo que es la persona humana, y esta manifestación responde a la evolución razonada de años de opresión e irrespeto por unos pocos que no han querido garantizar los bienes fundamentales del hombre. Es importante que el ciudadano siempre mantenga presente que la adopción de la norma constitucional surge es un acto de consenso político; este consenso, debe ser respetado por aquellos que han sido designados por el poder general para rijan el orden de ese consenso.
He de afirmar que cuando un ciudadano busca en la Constitución sus derechos, estos se manifiestan en él, como bienes básicos, como garantías constitucionales, como derechos fundamentales y en su acepción adecuada a los tiempos de hoy derechos humanos. Este buscar de los derechos en la norma constitucional hace ver y se reflejan en la persona su humanidad y su condición de ser racional.
Todo aquel que respeta la Constitución, se respeta así mismo y a sus iguales. Pero el que irrespeta las normas que han sido consensuadas por todos, no solo quebranta la ley, sino que además deslegitima la constitución que ha jurado respetar, y se obtiene como consecuencia el irrespeto de los derechos del hombre.
Debéis saber y entender que toda manifestación democrática nace de la Constitución, siempre que esta no sea contraria a la ley, la moral y las buenas costumbres, pero por sobre todo a la Constitución misma.  Con lo cual, el respeto por la norma superior es fiel respuesta de la civilidad de los pueblos y de la cultura de los hombres. Por eso, todo aquel que permanece fiel a la Constitución, le es más difícil irrespetar los derechos de la persona humana y todo el que la desconoce la Constitución, vulnera constantemente tanto los derechos como la persona humana misma protegida en las normas superiores. 

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