Por: Cmagudelo.
04/01/2013.
No se puede
dejar en mentes irracionales la salvaguarda del derecho fundamental a la vida,
ni ningún otro derecho.
Estimados y
apreciados letrados: como es de vuestro conocimiento la Constitución de todo Estado
en su esencia más pura es justa, es preciso no perder de vista que el póstumo
concepto de la justicia nace de esta norma fundamental consensuada por todos
los ciudadanos.
Entended que en
ella, se manifiesta el sentir de un pueblo que ha querido vivir pacíficamente
conforme a unas normas que los hacen iguales unos a otros. Esta norma, ha de entenderse como la relación
que tiene el buen padre de familia para con su hijo, lo mismo es la Constitución
de un Estado, pues es una relación entre el ciudadano y el Estado. El ciudadano
para con el Estado debe de responder a una continuada subordinación dando
cumplimiento a las normas que rigen la
relación tanto entre los ciudadanos mismos como con el Estado. De otro lado, la
relación del Estrado para con el ciudadano, ha de ser siempre la de darle
protección en todo tiempo y lugar a la persona humana, sin desbordar lo limites
naturales y jurídicos que tiene bajo su custodia.
Letrados: todo
ciudadano sin importar su raza, sexo, religión o cualquier otra condición
política, debe mantener una posición de respeto y de acato a las normas, y
cuando estas no respondan a la protección del ser humano, tales normas deben de
ser demandas y desobedecidas. Os recuerdo que en la constitución se manifiesta
lo que es la persona humana, y esta manifestación responde a la evolución
razonada de años de opresión e irrespeto por unos pocos que no han querido
garantizar los bienes fundamentales del hombre. Es importante que el ciudadano
siempre mantenga presente que la adopción de la norma constitucional surge es
un acto de consenso político; este consenso, debe ser respetado por aquellos
que han sido designados por el poder general para rijan el orden de ese
consenso.
He de afirmar que
cuando un ciudadano busca en la Constitución sus derechos, estos se manifiestan
en él, como bienes básicos, como garantías constitucionales, como derechos
fundamentales y en su acepción adecuada a los tiempos de hoy derechos humanos.
Este buscar de los derechos en la norma constitucional hace ver y se reflejan en
la persona su humanidad y su condición de ser racional.
Todo aquel que
respeta la Constitución, se respeta así mismo y a sus iguales. Pero el que
irrespeta las normas que han sido consensuadas por todos, no solo quebranta la
ley, sino que además deslegitima la constitución que ha jurado respetar, y se
obtiene como consecuencia el irrespeto de los derechos del hombre.
Debéis saber y
entender que toda manifestación democrática nace de la Constitución, siempre
que esta no sea contraria a la ley, la moral y las buenas costumbres, pero por
sobre todo a la Constitución misma. Con
lo cual, el respeto por la norma superior es fiel respuesta de la civilidad de
los pueblos y de la cultura de los hombres. Por eso, todo aquel que permanece
fiel a la Constitución, le es más difícil irrespetar los derechos de la persona
humana y todo el que la desconoce la Constitución, vulnera constantemente tanto
los derechos como la persona humana misma protegida en las normas superiores.
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